No es necesario que tengamos
comidas copiosas para padecer una
gastritis, ya que en su aparición pueden influir otros aspectos externos como el estrés o la ansiedad, estados bajos de ánimo, defensas bajas o prácticamente cualquier cosa que nos afecte de forma negativa. Mantener la salud de nuestro
sistema digestivo es importante ya que las molestias causadas por una
mala digestión, pueden llegar a ser incapacitantes. Además, si cuidamos nuestro estómago es mas sencillo que podamos
perder peso con la dieta que nos hayan asignado.
Quizás la más conocida y usada sea la infusión de
manzanilla, con la que reducimos la irritación en los tejidos de nuestro sistema digestivo y ayuda a tener digestiones ligeras. La menos conocida será posiblemente la
uña de gato, una planta que provoca intoxicaciones en los felinos pero que resulta ideal para la gastritis ya que relaja los músculos del tracto digestivo y reduce la producción de
ácidos gástricos, evitando así el reflujo.
Por otro lado y aunque resultan efectivas, hay dos tipos de
infusiones que pueden tener ciertos efectos secundarios. Tenemos la
regaliz que suaviza la irritación y previene del
reflujo, pero que en algunas personas puede llegar a causar molestias estomacales. Y también tenemos el
malvavisco que es especialmente potente a la hora de evitar el reflujo y propiciar una digestión ligera, pero que puede contribuir a la aparición de diarrea.